Kirguistán es un país localizado en Asia central, aislado del mar entre un terreno montañoso, enormes campos de nieve, ríos y glaciares. Por su particular ubicación geográfica, Kirguistán goza de una afluencia de agua que ayuda a crear lagos de montaña, siendo el Yssyk Kol el más conocido por su aspecto parecido al mar.  Al tratarse de un país asiático, Kirguistán es uno de los lugares más antiguos en cuanto a la civilización humana, de acuerdo con numerosas investigaciones que demuestran la vida del hombre primitivo.

En términos políticos, la República de Kirguistán durante más de cien años se rigió por las leyes rusas, formando parte en su momento de la URSS como país productor de materias primas, que luego eran exportadas a Moscú para ser trabajadas. Sin embargo, con la caída del sistema y con la independencia de los estados en la década de los 90, Kirguistán quedó sumergida en una gran crisis económica y social, debido a que era un país que no tenía desarrollada la industria nacional, lo que generó sucesivos problemas económicos, que tornaron en conflictos humanitarios.

La cultura nómada sigue presente en Kirguistán, existiendo comunidades que hasta nuestros días se desplazan con sus yurtas y ganado a los altos pastos del verano. Las yurtas son viviendas que por su diseño permiten ser transportadas con facilidad y es tal su importancia en la cultura que se utilizó para el diseño del escudo nacional. Al mismo nivel de la yurta, se encuentra el caballo ya que lo utilizan como medio de transporte, carga, fuerza de trabajo, en deportes y en su cocina. En cuanto a la religión, ha predominado en los últimos años la religión musulmana.