La República Popular China es un país situado en el centro y este de Asia Oriental, con su capital en la ciudad de Beijing (Pekín). Es considerado el tercer país más extenso del planeta ya que cuenta con una gran diversidad de climas, desde el desierto en la zona occidental hasta el clima tropical en el suroeste. Las religiones que mayoritariamente se practican son el budismo, el taoísmo, el confucionismo y la religión tradicional china. El idioma oficial es el chino mandarín, aunque existen otras 297 lenguas habladas por diversos grupos indígenas.

La civilización China es una de las más antiguas del mundo, con una organización política basada en las dinastías, donde el poder político era heredado de generación en generación. Hasta finales del siglo XIX cuando la República de China toma el control político del país, pero sólo unos años hasta la llegada del líder Mao Zedong, quien instala un gobierno comunista de carácter unipartidista, el cual se conserva hasta la actualidad.

En un primer periodo, Mao Zedong promovió durante su mandato el crecimiento demográfico en el país, con el objetivo de incrementar la mano de obra campesina. Sin embargo, este plan se sale de las manos provocando un extenso periodo de hambrunas y empobrecimiento de la población, que genera numerosas muertes. Posteriormente, en un segundo periodo, Zedong impulsa la famosa “Revolución Cultural” que, si bien generó un movimiento importante a nivel cultural en el país, lamentablemente trajo consigo otra serie de muertes a casusa de las persecuciones políticas hacia los retractores.

Luego, tras la muerte de Mao en 1976, el político Deng- Xiaoping asume la presidencia de China, proponiéndose crear una serie de reformas basadas en la apertura del país hacia el comercio internacional, lo que trajo consigo un enorme crecimiento económico, social y cultural. Por lo que actualmente, China se encuentra entre los primeros productores mundiales en el cultivo de arroz, trigo, algodón, té, junto al sector textil y al turismo. Considerando, además, que China es uno de los principales países en el desarrollo de tecnologías.

El origen de la cultura China empieza hacia el año 2100 a.C en la actual provincia de Henan, lugar donde nacieron las primeras dinastías. Durante la época imperial, China sobresalió en conocimientos de matemáticas, geografía, filosofía, al igual que por las grandes construcciones realizadas, como la Gran Muralla China de las dinastías Qin, Han y Ming o la Ciudad Prohibida. En el pasado y en el presente, la religión budista y el confusionismo han influido fuertemente en la cultura, junto a influencias de Japón y Filipinas, producto de los intercambios comerciales que se dieron siglos atrás.

La cultura China es tan rica en manifestaciones culturales, que ha sido precursora de diversas expresiones como la danza, el teatro, la música, la caligrafía, la poesía, la mitología, la arquitectura, la gastronomía, la pirotecnia, la literatura, la ópera, el arte del papel y la vestimenta tradicional, las cuales han influenciado fuertemente en muchos países del mundo entero.

Desde los inicios de las dinastías y hasta la actualidad, la cultura china se ha destacado por la creación de un sinnúmero de objetos artísticos, elaborados a base de madera, jade, hueso, bronce, papel y cuero. Junto al desarrollo de inventos como la brújula metálica, los juegos de ingenio, el hierro fundido, la imprenta, el papel, la pólvora, la porcelana y la seda.

Por otro lado, la cerámica es probablemente la producción artística más antigua del país, representada a través de jarras, vasijas, cajas, tazas y teteras. Objetos que por años han sido comercializados hacia Europa gracias a su fineza y detallada decoración que destacan en general las artes del país.

Para conocer más sobre las expresiones artísticas en China, recomendamos visitar el Museo Nacional de Arte de Beijing, al igual que los museos de artesanías ubicados en la ciudad de Hangzhou.

Reseña realizada por Laura Natalia Quintal Aké

Edición a cargo de Camila Caris